El azufre es un mineral que está presente en la corteza terrestre en gran cantidad y que cumple funciones muy importantes en nuestro cuerpo, por lo que su déficit puede provocar graves trastornos de salud.
La dosis diaria recomendada no está estipulada actualmente, por lo tanto, una dieta regulada es el único seguro de su correcta dosis. Si bien la incorporación excesiva del azufre contenido en los alimentos no es considerada tóxica, si es peligrosa la ingestión de azufre inorgánico a través de productos no recomendados por profesionales de la salud.
Su exceso de este mineral es eliminado por el organismo a través de la orina.
El dióxido de azufre es uno de los contaminantes atmosféricos más importantes que se encuentran en la atmósfera, aunque su vida media es corta, de 2 a 4 días. Tras este periodo de vida casi la mitad se deposita en forma de residuo seco sobre el suelo y la otra mitad se transforma en iones sulfato que al combinarse con las partículas de agua que están suspendidas en el aire forma ácido sulfúrico, que junto con el ácido nítrico es uno de los componentes de la lluvia ácida.
El azufre no está regulado como un contaminante del agua potable, por lo que no existe un nivel oficial establecido por la OMS que representa un umbral entre las concentraciones saludables y no saludables. La Agencia de Protección Ambiental (EPA) tiene actualmente un valor estándar de 250 mg/L para el agua potable que es por el cual actualmente nos regimos.
El azufre es requerido por todos los seres vivos como parte de su metabolismo normal, por lo que el cuerpo necesita una cierta cantidad de azufre sólo para vivir. Conocer y consumir los alimentos ricos en azufre es importante ya que nos ayuda a mantener un equilibrio de los minerales en el cuerpo. Siendo por lo general aquellos alimentos muy ricos en proteínas (como las carnes) las principales fuentes de azufre.
Cualquier efecto adverso de azufre en el agua potable se encuentra relacionado con los siguientes temas:
El azufre se puede encontrar frecuentemente en la naturaleza en forma de sulfuros. Durante diversos procesos se añaden al medio ambiente enlaces de azufre dañinos para los animales y los hombres. Estos enlaces de azufre dañinos también se forman en la naturaleza durante diversas reacciones, sobre todo cuando se han añadido sustancias que no están presentes de forma natural. Los compuestos del azufre presentan un olor desagradable y a menudo son altamente tóxicos. En general las sustancias sulfurosas pueden tener los siguientes efectos en la salud humana:
Teniendo en cuenta lo dicho anteriormente, concluimos que el azufre puede incidir en nuestro organismo de manera positiva, como suplemento o aumentando el consumo de alimentos ricos en azufre para tratar desequilibrios a nivel dermatológico, hepático, cognitivo, entre otros; pero también puede incidir negativamente dependiendo de las cantidades y los medios por los cuales se suministra.