Conservar los alimentos y enfriar las bebidas son dos de los principales usos del hielo, tanto en el ámbito industrial como doméstico. En principio, no es un producto de alto riesgo sanitario, aunque si no se maneja de manera apropiada puede convertirse en el origen de toxiinfecciones alimentarias. Usar agua potable para su elaboración, unas correctas prácticas de higiene y una manipulación adecuada son requisitos imprescindibles para conseguir un producto final de calidad.
Muchos microorganismos sobreviven a la congelación y permanecen latentes hasta que el hielo se descongela en las bebidas. Entonces, alcanzan de nuevo una temperatura adecuada para subsistir y recobran su viabilidad.
El número de microorganismos se reduce de forma gradual con el tiempo, pero las temperaturas de congelación no son higienizantes. Al recuperar unas condiciones más favorables, los microorganismos pueden volver a multiplicarse en poblaciones capaces de ocasionar una toxiinfección. Cuando se procesa el hielo, hay que utilizar sólo agua potable para que la carga microbiana no supere a la exigida.
Si el hielo se adquiere a través de un proveedor (fabricante o distribuidor), hay que pedirle una garantía de calidad (registros, controles APPCC o análisis de parámetros microbiológicos y fisico-químicos). Esta medida gana relevancia en el caso del hielo picado, muy utilizado en mayoristas de pescado y pescaderías, ya que el riesgo de contaminación aumenta porque en su producción se utiliza una máquina picadora.
En General Water Company brindamos las mejores soluciones para fábricas de hielo.
Cada vez nacen más Pymes y grandes fábricas amplían sus plantas de fabricación de hielo, debido a la demanda que crece día a día. El hielo no puede ser producto de agua tomada de la red o de pozo. Esta debe ser previamente tratada. Por ello es necesario previo a la formación de hielo, purificar el agua al 100%. Los sistemas para purificar el agua suelen ser muy costosos, pero en GWC tenemos soluciones a la medida de su empresa, cuidando su bolsillo y brindándole la solución más efectiva y eficiente en relación precio – calidad.
Parece casi imposible lograr hielo cristalino, pero la solución es mucho más fácil de lo que parece.
En internet uno puede buscar las miles de recetas para obtener hielo cristalino, como por ejemplo, hervir el agua dos veces. Pero por más que hagamos lo que hagamos, el hielo nunca saldrá 100% cristalino. ¿Porqué? Porque el agua seguirá conservando miles de sales que hacen que el núcleo del hielo demuestre un color blancuzco.
La única y más efectiva solución para que el hielo quede cristalino es pasar el agua por un sistema de ósmosis inversa. Al pasar por dicho equipo el agua que obtendrá será parcialmente mineralizada, con lo cual no se verá ese color blancuzco en el interior y el hielo será 100% cristalino.
Un efecto secundario y bueno para el consumidor, es que cuando el hielo tiene pocos minerales tarda más en derretirse brindándole a su producto y empresa un valor agregado extra, además el hielo cristalino da una sensación de limpieza y pulcritud.