Comprar agua envasada, conlleva un impacto medioambiental que no imaginamos, ya que tenemos la idea de que el agua embotellada es más saludable que el agua corriente.

Asociado a cada botella que consumimos, hay una producción, reutilización de las botellas y etiquetas, embotellado y transporte del producto hasta su destino final. Desgraciadamente, en muchos lugares, beber agua del grifo de forma habitual no es recomendable, y no queda otra alternativa que el agua envasada.

Uno compra agua embotellada porque es saludable, ¿no? Es al menos como nos la venden en los avisos con paisajes montañosos, bosques, gente haciendo yoga, etc. Pero el agua embotellada es sólo agua, no tiene nada especial, es sólo agua potable. Pero con el dinero que se gasta anualmente en el mundo en agua embotellada, y el gasto que genera tanto plástico tirado a la basura, se podrían mejorar el agua pública y así no tener la necesidad de comprar agua en botellas de plástico.

No hay prueba alguna de que el agua embotellada sea mejor que la del grifo. Teóricamente en ambos casos es agua filtrada, pero no hay razón alguna para asumir que el agua embotellada es mejor o más limpia. Esto depende, claro está, de la zona donde vive cada uno, hay gran parte de la población que, es cierto, no tiene acceso al agua potable.

IMPACTO EN LA SALUD DE LA MANO DEL BISFENOL-A

Lo que nunca dicen los anuncios es que las botellas de plástico contienen un elemento que sigue generando gran controversia entre las multinacionales y los científicos independientes y asociaciones de consumidores y que se llama Bisfenol-A. Durante el transporte industrial de las botellas de plástico se generan ciertas temperaturas que hacen que este compuesto entre en contacto con el agua y después pase a nuestro organismo cuando la bebemos.

El Bisfenol-A o BPA se utiliza en todo el mundo y en todo tipo de productos para endurecer los plásticos, prevenir bacterias y evitar la corrosión en las latas. Sin embargo, desde hace años científicos independientes de todo el mundo siguen exigiendo a las autoridades sanitarias que se prohíba o regule con más rigurosidad su uso, ya que el impacto en la salud de esta sustancia puede tener graves consecuencias. Entre otras cosas, los estudios demuestranque el Bisfenol-A genera: trastornos en el sistema reproductivo, trastornos en el sistema nervioso, cáncer, trastornos de tiroides y enfermedades crónicas no transmisibles como obesidad, hipertensión, diabetes, entre otras.

¿Qué podemos hacer entonces?

Primero, no dejar de beber agua ya que nos hace muy bien a la salud y es necesario para mantener en correcto funcionamiento nuestros órganos vitales. Y segundo, acostumbrarnos a filtrar el agua potable en nuestras casas, que es muy simple y económico. Para esto solo es necesario comprar Filtros de carbón Activado o resina para eliminar los componentes no tratados en las plantas potabilizadoras como el cloro, Arsénico, Metales pesados, entre otros elementos. Están los que se conectan directamente a las llaves (grifos) y también hay jarras que en su interior contienen el filtro.

¿Qué hacen estos filtros?

Incrementan la calidad del agua potable al eliminar el mal sabor que puede ocasionar el cloro que ésta contiene, además de algunos residuos y sales que pudiera presentar el agua.

Y aunque los filtros en algunos países son algo caros y hay que renovarlos después de cierto tiempo, hay que tener en cuenta que la compra periódica de agua embotellada también termina siendo cara. Además, con losfiltros  se está colaborando a reducir la cantidad de residuos plásticos que llegan a la basura. Y eso, no tiene precio ya que no solamente se trata de eliminar un residuo que tarda muchísimo tiempo en descomponerse, sino que la fabricación de estas botellas supone un impacto medioambiental y un consumo de recursos que no tienen justificación.

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